Como siempre que juega el Farsa montan el numerito
los de la barretina de butifarra queriendo mostrar con ello su odio a
todo lo que suponga España, español, historia, cultura, civismo,
buena educación, convivencia, etc. (añadir al gusto que cabe). Y
como siempre cuentan con la ayuda de algún juececillo del tres al
cuarto que les da cancha. Ni Constitución ni Ley, eso el juez de
turno se lo pasa por el arco de triunfo.
Esta gentecilla, los que llevan el trapo llamado
estelada, no son más que meros esbirros sin cerebro guiados por cuatro cabecillas amargados. Estos últimos son los peligrosos. Los
del 3 o el 5% según casos (o a lo mejor mucho más) que para tapar
sus robos, sus miserias, su indigencia moral, su desprecio a sus
gentes, no dudan en destrozar la convivencia de los habitantes de una
región. Solo para que no les juzguen y les enchironen que sería lo
lógico.
Si una delegada de gobierno, usando el sentido
común y la Ley, anuncia que prohibirá el uso del trapo que incita a
la violencia y al odio toda la mísera canalla secesionista,
separatista y el inmundo izmierdismo (incluida parte de la Psoez)
atacan a la persona (fascista, hija de falangista, etc. como si fuera
una apestada) alegando la tan denigrada libertad de expresión (solo
para ellos y para insultar a los que no piensan como ellos) y el
ataque a Cataluña desde las cavernas centristas y fascistas. El
victimismo en estado puro. Y cuanto gilipollas comprándoles la
mercancía averiada.
Para postre la vieja chocha Carmena instalando
ceniceros con los escudos del At. De Madrid y el Real Madrid en las
calles de la Villa y Corte. ¡Menuda guarrada!. Aunque después de
ver su cocina no extraña a nadie. Eso sí, se puso muy digna con la
final de la Copa del Rey diciendo que ella no iba si su amiga
mantera, esa de Barcelona, no iba por el asunto de los trapos.
Populismo del rancio.
Y todos estos juntitos, haciendo cola para ver
quien le hace la primera felación al asesino Otegui.
Lo dicho, les va a votar su puta madre.