Como ya es habitual cada 20N aparecen los nostálgicos del franquismo enarbolando lemas que son más leyendas urbanas, mitos, inventos, ...que otra cosa.
Y
no me refiero solo a los autollamados franquistas, sino también a
esos antifranquistas de nuevo cuño que sólo conocen del franquismo
lo que les ha contado el analfabeto izquierdista de turno.
Si
algo en común tienen los dos grupos es que al parecer no se han
enterado que Franco murió en 1975, en la cama y por enfermedad y que
con él murió el “franquismo” si es que alguna vez lo hubo.
Tampoco
se han enterado, ni unos ni otros, que el levantamiento militar se
produce, en un principio, para restablecer el orden constitucional
que el golpe de estado del frente popular había destrozado. Otra
cosa es que viendo el panorama y la catadura moral de los políticos
de uno y otro signo se inclinasen por mantener un régimen militar en
un principio y luego, con Franco como Jefe del Estado, un régimen
paternalista. Aunque eso ya es otra historia.
Que
yo tenga nostalgia de los años del llamado tardofranquismo y de los
años de la transición tiene su lógica, objetiva a todas luces, y
es que entonces era muchísimo más joven, lo que no significa que la
época fuera mejor. Yo estaba mejor, pero mucho mejor con
tropecientos años menos, aunque eso no me hace añorar aquellos
años. Lo pasado pasado está y no creo que vuelva.
Querer
borrar ese periodo con leyes totalmente absurdas y gilipollescas,
intentando enfrentar a los españoles y silenciando en todos los
medios, incluidos libros de texto, es una de las chorradas mas
absurdas y obtusas que los políticos actuales practican. Desde el PP
que dicen que es de derechas (me parto la caja de la risa, tia
Felisa) hasta las hordas podemitas.
También
es una chorrada y de las gordas estar reivindicando año tras año el
“franquismo” sin Franco.