Y no me refiero al año 2.015, que también, sino al coñazo de las elecciones generales que nos dejan un panorama de lo más variopinto, una España ingobernable sueño de los pactistas tipo P.J.
Ahora llega la segunda parte más oscura, tétrica y traidora que es la hora de los pactos (intentos más bien), bien sean contranátura o con más afines (cosas de los extraños compañeros de cama), constituyendo, eso sí, una traición a cada uno de los votantes de cada uno de los partidos con representación parlamentaria.
Cualquier pacto de los que se pueden dar matemáticamente, ideologicamente no dejan de ser aberraciones por muchos puntos en común que puedan tener a nivel muy, muy, general.
¿Qué tienen en común PP, Psoe, C's? ¿O Psoe, Podemos, C's? ,¿ o cualquier otro posible pacto para mandar, que no gobernar?.
Poco o nada podemos esperar de lo que salga a no ser una legislatura casi terrorífica. Claro que esto no pasa de ser una opinión y de ver lo ha pasado en otros paises que han llegado a tal italianización.
Quizás sería mejor nuevas elecciones generales, por clarificar el panorama.
