Pensaba
que se iba a armar más revuelo con la dimisión como presidenta del
PP madrileño de D.ª Esperanza Aguirre, pero no, ha sido cosa de dos
días que desde dentro y fuera del partido se hayan lanzado a la
yugular de la odiada y siempre envidiada política de pata negra.
Sobre todo desde dentro del partido como queriendo hacer parecer que
dimitía acuciada por los casos de corrupción (todavía sin
demostrar) de algunos cargos nombrados por ella aunque por lo que
intuyo el motivo real no tiene nada que ver con eso. ¡Retrátate
Mariano! Y lo ha hecho, nombra a Cifuentes, una socialdemócrata.
Cierto
es, por mucho que les pese a algunos, que dentro del PP ha sido de
las poquísimas o la única que ha defendido siempre, y digo siempre,
los mismos principios y no ha confundido la fidelidad al partido con
la fidelidad al líder que es lo que piden, día sí día también,
los marianistas.
Es
un acto que retrata a este PP de adhesiones inquebrantables al líder
y principios “marxianos”, (estos son mis principios, si no le
gustan tengo otros) tan típico de la democracia cristiana.
La
pérdida de la mayoría absoluta – con tanto tesón lograda – ha
llevado a la guerra de guerrillas a las distintas facciones del
partido, no de una forma abierta, sino soterrada, en unos casos
ayudada por la siempre fiel a si misma camarilla de PRISA en otras
filtrando supuestos casos de corrupción con nombres y apellidos y en
otras desapareciendo aparentemente. El navajeo es una una constante
en estos últimos tiempos. Hay que posicionarse para tener cargo, y
si es posible ocupar el sillón rajoyano. Lo que ocurre es que al
paso que van en vez de sillón quedará silla y cutre.
Mientras
tanto la del torso desnudo asalta capillas, que no puede decir tetas
al aire porque ya quisiera ella, pidiendo dimisiones cuando ella SI
está acusada (no imputada) por delitos muy determinados. ¿Cuántas
portadas ha ocupado la indecente insultona, cuántas portadas su
juicio?. Algo parecido en el otro bando sería pasto de plumillas,
juntaletras y abrazafarolas de los que abundan en la Secta.